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miércoles, 20 de mayo de 2009

¿POR QUÉ PRACTICAR KARATE-DO SHITO-RYU?

Hoy en día ya nadie duda de la necesidad de practicar algún deporte para alcanzar y mantener un estado físico y mental óptimos.

El dilema surge cuando hemos de elegir ese deporte para nosotros mismos o para nuestros hijos.

En la actualidad nos encontramos ante una gran variedad de ofertas deportivas, pero no todas reúnen los requisitos que serían deseables para cubrir las necesidades fundamentales de una forma completa y sana.

La práctica deportiva nos debería ofrecer:

1) DIVERSIDAD DE MOVIMIENTOS

A través de ese deporte deberíamos realizar la mayor cantidad posible de movimientos y desplazamientos. Limitarse a una cantidad reducida y repetitiva, tan sólo dará como resultado una importante limitación en el desarrollo muscular y de la movilidad articular del practicante.

2) DESARROLLO DE TODAS LAS CUALIDADES MOTRICES

Fuerza, resistencia, velocidad, elasticidad y flexibilidad, equilibrio, coordinación, etc.., son cualidades de igual importancia a la hora de asegurar un completo y correcto desarrollo del cuerpo humano. Desatender alguna de ellas nos conduce hacia una práctica deportiva insuficiente para poder alcanzar unos buenos resultados.

3) SIMETRÍA EN LOS MOVIMIENTOS

Como requisito imprescindible, el deporte debe ejercitar por igual brazos y piernas, derecha e izquierda, frente y espalda. La práctica asimétrica no sólo es insuficiente, sino que puede llegar a ser origen de lesiones y futuras deformaciones de difícil solución.

Como podremos observar con un detenido recorrido entre los diversas ofertas deportivas que nos vengan a la mente, nos encontraremos con que algunas sólo pretenden cubrir una necesidad puramente lúdica y otras no merecen ni ser llamadas deporte. Una vez descartadas las carentes de las mínimas características imprescindibles para considerarlas, nos encontramos con que las hay muy limitadas o repetitivas en sus movimientos, desatienden alguna de las cualidades motrices fundamentales o presentan una gran asimetría concentrando su ejercicio especialmente en una u otra parte del cuerpo, por lo que la lista queda muy reducida si pretendemos que cumplan con todos los puntos anteriores.

Pero si no nos conformamos con que el deporte sólo nos desarrolle físicamente, sino que también pretendemos que enriquezca nuestra personalidad y mejore nuestro estado psíquico y anímico, la elección aún es más difícil.

Sería deseable:

1) POTENCIAR EL RESPETO A LOS DEMÁS Y LA CORTESÍA.

El respeto a los demás es el primer paso para alcanzar el propio respeto. El desprecio, la burla, la humillación, los insultos, el "ventajismo", actitudes muy frecuentes en muchos deportes de competición en los que llegan a ser tan habituales que pasan a formar parte de ellos, no son la mejor fórmula para sentirse mejor después, ni para esperar respeto para uno mismo durante su práctica o en la vida cotidiana. El respeto a los demás y la cortesía forman el pilar básico del que pretende la armonía social.

2) REPRIMIR LA VIOLENCIA

Es bien sabido por todos que la violencia sólo engendra más violencia, que raramente soluciona el problema original y que es la alternativa de los impotentes, desequilibrados o pobres de espíritu. Tampoco parece ser una actitud que contribuya a nuestro bienestar, más bien al contrario, y aunque sea utilizada hábilmente por algunos "poderes", cual antiguo circo romano, para satisfacer a las masas ávidas de sangre, y esto pudiera llegar a provocar dependencia, deberíamos inclinarnos hacia un deporte exento de ella, tanto entre los practicantes, como entre el posible público, rehuyendo los que la incitan aún siendo deportes aparentemente aceptados y reconocidos por la mayoría de la gente como "no violentos".

3) CONCENTRACIÓN, CONTROL Y SEGURIDAD PERSONAL

A través de la práctica deportiva deberíamos aumentar nuestro poder de concentración, control y seguridad personal facilitándonos la superación de las constantes adversidades de la vida cotidiana. Tanto desde el ámbito personal, como del profesional o en los estudios, son cualidades imprescindibles para alcanzar el éxito.

Si anteriormente nuestra lista se había visto notablemente reducida, tras estas consideraciones aún se habrá reducido más.

Ante este dilema, debemos decidirnos a practicar varios deportes simultáneamente y que se complementen, cosa que, por el poco tiempo del que se dispone actualmente o por el gran gasto que supone, no siempre es posible, o debemos hallar aquel que reúna en un sólo deporte todos los requisitos descritos anteriormente.

Es en este momento en el que el Karate Shito-Ryu aparece como una alternativa inmejorable aglutinando en su práctica todo aquello que quisiéramos para nosotros mismos o para nuestros hijos.

Su práctica garantiza un desarrollo físico completo. Adaptándose a las verdaderas posibilidades del practicante sea cual sea su edad o sexo, está basada en la ejecución de una infinita variedad de movimientos y desplazamientos que tienen sus raíces en una milenaria tradición oriental cuya incidencia beneficiosa sobre la salud está sobradamente demostrada.

Se mejoran por igual las cualidades motrices del cuerpo humano y ejercitamos todas y cada una de sus partes, ya que nada de esto se desprecia para alcanzar un nivel óptimo y su misma dinámica lo garantiza.

El respeto a los demás y las normas de cortesía, así como el rechazo de la violencia, forman parte intrínseca del Karate Shito-Ryu, no pudiéndose practicar de otra manera si asistimos a las clases de una escuela seria y profesional.

Con la práctica constante del Karate Shito-Ryu nuestro nivel de concentración, control y seguridad personal se ven aumentados de una forma muy significativa, pudiéndose comprobar este progreso en todos los ámbitos de la vida.

Teniendo en cuenta el gran vacío social en relación a la formación infantil, donde los niños son constantemente "bombardeados" con mensajes frívolos, violentos y carentes de principios, no hay una disciplina deportiva que supere al Karate Shito-Ryu en el momento de incidir sobre ellos, confiriéndoles unos valores personales y un desarrollo físico que contribuirán notablemente en su formación como seres humanos de gran calidad.

PRACTICAR KARATE SHITO-RYU ES UNA DECISIÓN QUE VALE LA PENA TOMAR, TAN BUENA PARA NOSOTROS MISMOS COMO PARA NUESTROS HIJOS.

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